El minimalismo
En alguna ocasión os hemos hablado del minimalismo como estilo estético decorativo y como corriente inspiradora para algunos de nuestros artesanos. Pues bien, hoy os vamos a contar otro punto de vista del minimalismo, el del cliente/consumidor.
Bolsillo Bicolor by Miolos Design | CoolMaison
Al principio cuando escuchamos la palabra minimalismo, se nos viene a la cabeza espacios sin objetos. Binomios de colores y entornos, aparentemente, fríos. No es que no sea del todo cierto, pero tampoco todo lo completo como deber ser. Lo que sí es cierto de eso es que debemos eliminar de nuestra vida todo aquello que entorpezca nuestro ritmo diario, es decir, quedarnos solo con lo que realmente nos resulta útil.
Parece, afortunadamente, que nos encontramos en una época de transición, en la que lo esencial vuelve a estar de moda. Pero, por desgracia, aún nuestra sociedad apoya el consumismo masivo, aquello que compras por impulso sin analizar si realmente es necesario o no, si realmente te aporta. Pero no solo se trata de lo que compramos, si no también de lo que consumimos. Es decir, de qué manera consumimos nuestro tiempo, nuestros días, nuestra vida.
Tenemos que tomar el control de nuestra vida y vivirla de la manera que nosotros queremos vivirla, al fin y al cabo la vida es nuestra y de nadie más. Nuestros valores nos hacen sentir y reflejar quiénes somos realmente, y evitar aquellas situaciones políticamente correctas que nos hacen sentir incómodos. Evitar las necesidades que no necesitamos, y dedicarnos a lo que realmente queremos. La ambición es buena en la vida, pero con sentido común.
Lámpara Lamp It! by Fragments BCN | CoolMaison
Una vida minimalista
Por tanto, el minimalismo no se trata de no tener cosas, sino de tener aquellas que te proporcionen libertad. Si te rodeas de cosas que te benefician, vivirás en un entorno que te ayude a escoger lo que quieres. Lo que realmente te hace feliz. La única diferencia es que no tendrás cosas inútiles que te impidan avanzar. Un ejemplo claro es cuando intentamos conservar objetos de algún ser querido perdido, que no nos gusta y además nos estorba. Sin embargo no nos podemos deshacer de ellos sintiendo que el vínculo que teníamos con esa persona puede verse ofendido. Cuando decidas dar el paso y tomes este tipo de decisiones, sentirás una paz interior que jamás habrás sentido.
Tener pocas cosas no es sinónimo de aburrimiento. Es conocerte mejor a ti mismo, darle más sentido a tu vida, sintiéndola y disfrutándola plenamente. Tienes mucho más tiempo para dedicarte a lo que realmente te gusta y te hace feliz que estar preocupándote por cosas, que realmente a ti, no te importan.
Cesta Pandeira by Idoia Cuesta | CoolMaison
Muchos de nuestros artesanos pararon el ritmo de sus vidas, para dedicarse a lo que realmente les daba vida.
¿Te apuntas a ser feliz?