El Origen de los Apellidos
Todas las personas tenemos, al menos, un nombre y un apellido. Como sería casi imposible identificarlo, nos resultaría muy raro alguien sin ellos. Lo cierto es que no siempre existieron los apellidos. Hoy desde CoolMaison os contamos cómo las personas empezamos a usar apellidos, además de algunas peculiaridades sobre éstos.
Historia de los apellidos | CoolMaison
Antiguamente, los asentamientos, poblados y pueblos, se organizaban mediante pequeñas aldeas. Esto hacía que todo el mundo se conociera y no era necesario tener más que un nombre para saber a quien se estaban refiriendo. Ya en la Edad Media, cuando comenzaron a formarse ciudades más grandes y feudos con bastante densidad de población, fue cuando surgió la necesidad de poder diferenciar a las personas. Justo ahí comienza la historia de los apellidos.
Historia de los apellidos – Edad Media| CoolMaison
Las personas que pertenecían a la nobleza adoptaban el apellido de la dinastía a la que pertenecían o con el nombre del territorio conquistado. De esa forma, además, mostraban dominación y diferenciación. Pero poco tiempo pasó para darse cuenta que el apellido no era cuestión de clase social, sino de identificación, y pronto la población plebeya también contó con un apellido.
Espontáneamente los apellidos comenzaron a aparecer en diferentes lugares y cuando un reino conquistaba a otro. Los apellidos correspondían al lugar de origen de la persona, su oficio o bien a características físicas distintivas.
Conforme los imperios empezaron a descubrir y conquistar nuevos territorios, instalaban también la costumbre que ya ellos habían adoptado con anterioridad. En las personas esclavizadas, las personas encargadas de ellos eran los que le asignaban el apellido. La traducción o la modificación llegó cuando el uso de éstos se expandió y las culturas comenzaron a mezclarse. Es por ello que muchos fueron traducidos o sufrieron ciertas modificaciones para hacerles parecer originarios de otro lugar y así no fueran discriminados.
Tipos de apellidos
Los apellidos, a priori, nos pueden resultar muy diferentes, pero si les dedicamos un momento para analizarlos, sus significados están cargados de lógica. Lo más común, incluso actualmente, son apellidos que responden a una región geográfica, como puede ser una comarca o pueblo.
Otro tipo de apellidos con el que nos podemos encontrar son aquellos que hacen alusión a un nombre. Si un hombre se llamaba Rodrigo, su hijo se conocería por el resto como el hijo de Rodrigo. Así es como se originó el apellido Rodríguez, que significa hijo de Rodrigo.
La tercera clase de apellidos son los que hacen referencia a los oficios artesanales de la época. De la misma manera ocurría cuando el apellido de otras personas venía dado por una característica física que distinguía a la persona que lo adoptó. Muchos apellidos actuales son mezcla de otros o de la unión de un apellido con otro, originando los apellidos compuestos.
En otras culturas, la adaptación de la cultura del apellido se dilató más en el tiempo. Esto hizo que sus reglas fuesen completamente diferentes. En China, por ejemplo, las personas que tratan con personas de otros países, incorporan, además, un apellido internacional para favorecer su labor.
Un dato curioso es que los miembros de la Familia Real Británica legalmente no tienen apellido. Actualmente, la nobleza inglesa proviene de la casa de Hamburgo, pero al ser una denominación muy alemana, cambiaron a Windsor.
¿De dónde viene tu apellido? ¡Cuéntanoslo!